Cuando nuestros hijos comienza la etapa de gateo, alrededor de los 6 meses, quieren explorar el mundo a su alrededor y no les resulta nada agradable estar por mucho tiempo quietos o en brazos de sus padres, es muy importante que nosotros como padres permitamos que ese desarrollo se de en una manera libre pero a la vez muy segura y controlada, y que mejor que hacerlo con un corralito o parque infantil, los cuales proporcionan una zona de seguridad amplia y a la vez un verdadero centro de juegos, lo cual resulta ser muy conveniente para el bebé.
Estos corralitos además de ser una zona segura son auténticos centros de diversiones para nuestros bebés. A la mayoría de bebés les agrada la sensación de que el parque infantil es «su» lugar para jugar, tomar una siesta o simplemente observarte en tus actividades diarias.
Nuestros corralitos, aparte de estar bien estructurados y ser antideslizantes, tienen diseños adorables y coloridos que crearán áreas lúdicas maravillosas para tu peque.
Existen un amplio rango de edad para el uso de estas zonas de juegos, aproximadamente desde los 6 meses hasta los 5 años, todo depende del tipo de material y los acabados con los que han sido fabricados los corralitos para bebés.
Todos los corralitos que tenemos a su disposición han contemplado normas europeas como: EN 1930, EN 12227-1, EN 71-3; en la fabricación y acabados finales dando a nuestros hijos la seguridad de estar en un espacio controlado y muy seguro.
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A continuación encontraras los mejores Corralitos para BEBE del mercado
¿Qué tener en cuenta al momento de comprar un parque para niños?
Antes de comprar un corralito o centro de diversiones para bebés, se debe tener en cuenta el parque está fabricado según la normatividad europea de seguridad EN 12227:2010 la cual viene dada para los parques de diversiones para uso doméstico – Requisitos de seguridad y métodos de ensayo.
Elegir un parque o corralito cuyas barandillas se bloqueen automáticamente cuando adopte la posición de uso normal.
Los agujeros de la red deben ser de un tamaño inferior a 7 mm, con el fin de prevenir que los botones de la ropa del niño o cualquier otra pieza pequeña se queden enganchados en ella.
Los espacios de las ranuras en un parque de plástico o madera no deben superar una anchura de 6 cm.
¿Qué hacer para utilizar los parques de manera segura?
A continuación se describen una serie de normas y recomendaciones que nos da la Asociación Española de Pediatría (AEP) con respecto al adecuado uso de los parques infantiles.
Para utilizar los parques de una manera más segura lo primero que se debe hacer es comprobar que no haya partes sueltas ni agujeros en el parque.
Siempre que el niño este utilizando el corralito o centro de diversiones lo debe hacer bajo la supervisión de un adulto y por ningún motivo dejarlo solo por largos lapsos de tiempo.
No se debe utilizar una colchoneta que no encaje perfectamente en la parte inferior del parque. Nunca se deben añadir otras colchonetas o almohadas, ya que se han presentado casos de asfixia en niños que quedaron atrapados en el hueco entre la estructura del parque y una colchoneta demasiado pequeña o entre dos colchonetas.
Debemos asegurarnos de conocer la forma adecuada de utilizar el parque según las normas del fabricante. Una disposición inadecuada puede resultar en un desplome del parque, que puede causar heridas o incluso la muerte al niño. Comprobar que el parque está adecuadamente bloqueado en su posición de uso antes de utilizarlo.
No se debe dejar nunca al niño en un parque con la barandilla abajo. El niño puede atascarse en el espacio entre la colchoneta y el lado suelto de la malla y ahogarse. Incluso cuando el niño no esté en el parque, la barandilla debe estar subida. El niño podría intentar trepar por la pared del parque y cortarse o pillarse los dedos con las bisagras.
Retirar los juguetes grandes, los protectores acolchados y las cajas del interior del parque. El niño podría subirse a ellos y salirse.
No atar ningún juguete con cuerdas o lazos en el parque, para así evitar el riesgo de estrangulamiento.
Comprobar que no haya agujeros o grietas en las barandillas. El niño podría usar la barandilla como mordedor y tragarse un trozo del material de la misma y ahogarse.
En el caso de que haya grapas que unan la malla con la base del parque, asegurarse de que no se desprenden y de que no falte ninguna.
Comprobar que no hay rotos en la unión de la malla a las barandillas superiores y a la base del parque. El niño podría engancharse en los hilos sueltos de la malla.
No utilizar nunca un parque con agujeros en la malla. El niño podría meter la cabeza y quedar atrapado, corriendo el riesgo de resultar estrangulado.
No colocar objetos con cuerdas ni cables (cables de lámparas o de monitores de niños) al alcance del niño que está en el parque, puesto que pueden causar estrangulamiento.
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